19.2.12

Ya llego...


Ya llego…
Adoro que broten esas dos palabras de tu boca. Que las susurres al auricular del móvil, mientras te espero en casa. Que las gimas contra mi cuello, entre sudor y besos. Suenan tan cerquita que casi puedo agarrarlas entre los dedos para que no escapen, porque te esperaba, te esperaba desde antes de conocerte y has tardado tanto en llegar…
Pero lo importante es que ya estás aquí, ante mi puerta. Aquí, entre mis sábanas y mis piernas. Aquí a la vera del precipicio del resto de nuestras vidas.
Y no te pienso soltar.
Has tardado tanto en llegar…

7.2.12

Yo soy...

Yo soy, de donde siempre es primavera,
de donde nace la gracia y la alegría,
Yo soy, de donde los besos saben a cerveza,
y la sangre hierve en las venas.
Yo soy, hija del sol y el mar,
pero también soy, de los verdes bosques
por los que paseas descalzo,
soy hijastra de las historias de guerra,
de las llanuras de tu piel desnuda,
soy gata callejera bajo tu ventana,
y fiel a la bandera de tu sonrisa,

Yo, yo soy de donde tú estés.

5.2.12

Cold day in the sun.


Un día frío al sol, me pide un pitillo y se sienta a mi lado.
El humo que se le escapa entre los labios, casi lo puedo ver congelarse en el aire mientras danza con los primeros copos de nieve del día.

Me mira, qué frío, eh.

Pues cómo no va a hacer frío, si tienes la puta primavera prisionera en tus ojos. Ojalá haga aún más, se congele hasta el tiempo y dejen de caer las hojas del calendario del año del fin del mundo, apilándose en una montañita, como hojas caídas de los árboles, que sólo me recuerdan que estamos perdiendo el tiempo cuando deberíamos estar perdiendo la ropa. Y te confieso, soy una yonki de ésa sonrisa que estás esbozando ahora mismo, que no me importarían los días sin rayos de sol si fueran tus besos los que me dorasen la piel, que si es verdad que se tiene que acabar el mundo, quiero que el final nos pille en la cama, enredados, con tus canciones de Devendra Banhart y las golondrinas de tu ventana, tu acento berlinés, los discos de Los Beatles y los libros esparcidos, unos cigarritos, montañas de condones y la miel de tu sonrisa derritiendo la nieve. 


Good day, Sunshine.