Ya llego…
Adoro que broten esas dos palabras de tu boca. Que las susurres al auricular del móvil, mientras te espero en casa. Que las gimas contra mi cuello, entre sudor y besos. Suenan tan cerquita que casi puedo agarrarlas entre los dedos para que no escapen, porque te esperaba, te esperaba desde antes de conocerte y has tardado tanto en llegar…
Pero lo importante es que ya estás aquí, ante mi puerta. Aquí, entre mis sábanas y mis piernas. Aquí a la vera del precipicio del resto de nuestras vidas.
Y no te pienso soltar.
Has tardado tanto en llegar…
Me alegro de ser la primera gaviota que se posa en esta entrada tan breve pero llena de sentimiento. Ojalá tu mar te traiga mil y una noches de sueños...y cuando te despiertes lo sigas viendo a tu lado, durmiendo con su brazo agarrado a tu cintura. Disfruta del momento cielo, nunca se sabe dónde ni con quién acabaremos pero mejor así; sino la vida perdería su magia, sino...no soñaríamos despiertos, porque todo se sabría.
ResponderEliminarUn beso muy dulce para una niña que vuelve a soñar :)